El alma es la libertad de ser no siendo.
El alma no es. Y por eso, no siendo, es continua libertad.
Cambio, afectación fluctuabilidad. Y, cuando ni hay un yo qué tenga apego es eternidad en reflejo en el espejo de los ojos qué trasciende el silencio vacío de tu soledad.
Hay algo qué debes entender y es la distancia entre tu y ese universo es sólo mente.
Y mente es negar.
Aquello qué niego incluso con afirmar.
La misma palabra mesa es la distancia qué existe entre tu y ella.
Por eso, el cultivar un sentimiento continuo de integridad produce el hecho de unidad con ese universo al qué parecías mirar desde lejos.
Ese sentimiento de integración es amor trascendido al amar.
Es amor en amor.
Amor en pasividad.
Amor sin acción.
Sólo la acción de amor-amar
Yo, lo llamo no_amor.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen.
jueves, 31 de julio de 2008
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