(a la memoria del padrino de Muriel)
del autor.
La muerte es una eternidad breve.
Es el sentido de los sentidos.
Por eso no tiene sentido.
Acontece.
Su sentido en si es que no tiene sentido.
Y como duele comprender esto.
La solución es sencilla. La vida duele. Y duele por tanto su huida.
Si vives en la vida la muerte es su negación. O oscuridad.
Pero siempre piensa que aquello que tu piensas es lo que tu piensas. Eso no quiere decir que sea real. Quiere decir que es tu sensación.
Hay algo más importante. Para mi crucial.
Sentir como se lanza el alma a la eternidad y convertir ese instante en la posibilidad de abrir tus ojos sin necesidad de que estos estén abiertos, solamente que dejen de estar dormidos.
Hay momentos donde la vida da paso a la eternidad.
Y en esos momentos no se puede ser el mismo.
Es sencillo. Pasas de ser humano para alcanzar a dios. Tu dios dormido.
Y entonces el alma mira a Oriente como si nunca hubiera existido.
Y el oriente del alma dormido se abre al Oriente de la eternidad acontecido.
Meditar es ser consciente de ese momento.
Haberte preparado.
Sólo que ahora es verdad.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen
viernes, 1 de agosto de 2008
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