la palabra ausente de drama embebida.

La emocion que continuamente continùa hasta envolver tus milagrosos momentos de tiernos apasionamientos que suceden dormidos como si fueran conscientes de que pertenecen a mi melancolia.

Me llego contigo la musica a mi vida de forma similar a la luna opalina del poema que se embebia en procesos de aplazamiento de nostalgia y agonia.

Y ahora, como no es suficiente ese instante, trato de alcanzar tu mano perdida en una almohada a la que acabas de abrazar, aunque ella no pueda respirar.

Yo soy solo tu poeta.

El poeta que trata de soñar en tu cuerpo, cada dia la mañana de la infinita humanidad que ya no puede llorar mas, por no amar.

Mi amor amar al ruiseñor que embelesa eternidades que se oyen alli donde la vida empieza a extender quejas de soledad de personas viejas que lloran la mañana que el pajaro cantor adorna como si fuera una cancion de ayer.

Te estoy abrazando, con infinitas posibilidades de consciencias y ansias de nostalgia añeja del mañana que regresa a tus manos bellas.

Solo mi amor se extiende a ti como la ofrenda constante del sueño dormido de quien un dia estuvo vivo en ti y ahora sin ti agoniza.

Poeta de quimeras falsas y superpuestas hasta que llegaste aquí.

Solo hay una.

Una unica esperanza.

Una unica luna.

Una unica duda.

Una unica fantasia.

Mi mano extendida hasta tu delicada manera de ser en un tiempo incondiconal donde las palabras alcanzan la delicada belleza de ser en ti, toda mi vida, toda mi osadia.

Y ahora te pierdo como se pierde la vida y te quedas.

Si creyera que no existe vida tras la muerte me seria mas sencillo de explicar que el quebranto de no volverte a tocar, a abrazar, a llorar.

Y cada dia seran lagrimas del poeta que anhela ser buda atraves de tu alma.

Que no conozco mas riqueza que tu ternura.

Que no entiendo mas bendicion que pronunciar tu nombre acentuado en la ultima silaba, cuando tu te das la vuelta y me miras.

Y por esa mirada extenderia camino de fantasia desde mi cama a un banco de madera que te abraza con la ternura de lo prohibido vivido a cada instante.

Y eres infinita y yo solo soy un buda que se ha quedado sin luna a la que poder ir.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales. maestro zen.